Teatro Olimpia • Huesca 23 marzo 2014
Han sido 12 días de cine en pantalla grande conociendo historias ajenas: ajenas a nuestra ciudad, a nuestro entorno, a nuestro círculo de amistades, a nuestro trabajo, a nuestra familia. En muchos casos, nos las han contado mujeres de las que hasta ahora no sabíamos.
Las hemos recibido a oscuras, en silencio, recogidas en las butacas de la sala, junto a decenas de personas desconocidas que, como nosotras, han dejado de hacer otras cosas, y han elegido venir a ver películas realizadas por directoras, porque les gusta el cine y porque les interesa lo que cuentan las mujeres; y les interesa, porque creen que las mujeres cuentan.
Este hecho, tan simple, todavía sigue siendo un acto de valentía, de atrevimiento intelectual y social. Porque en la Muestra de cine de realizadoras, todos los asuntos, los personajes y los enfoques parten de los intereses, preocupaciones, deseos e imaginarios femeninos. Y en muchos casos, todavía hay que transgredir la inercia y los propios prejuicios para acudir a ver este cine.
Estos días hemos podido ver más de 40 películas, honestas, no convencionales, que no ceden a estereotipos.
¿Con cuál se quedan ustedes? ¿Con qué personaje? ¿Con qué propuestas? Les ayudo a recordar:
• Quizá con Audre Lorde, poeta, feminista, lesbiana, que guió a las mujeres negras alemanas en la reafirmación de sus identidades, derechos y cultura, y que retó a las mujeres blancas alemanas a reconocer y usar de una manera constructiva sus privilegios.
• Tal vez prefieran reflexionar sobre la revisión de los límites entre lo autorizado y lo prohibido (y cuando digo prohibido, me refiero a montar en bicicleta, en una bicicleta verde). O repensar la frontera entre lo femenino y lo masculino (ahora les estoy hablando de Laurie, o Michel, la niña que quiso probar a ser niño durante un verano).
• Probablemente a alguien de ustedes les preocupa el trabajo de los cuidados, esas tareas invisibles pero imprescindibles para sostener la vida de todos. Sin cuidados no hay vida, y sin vida no hay política, ni mercados, ni crisis… absolutamente nada. Entonces, siendo imprescindible, tendremos que repensar quién lo realiza, y decidir cómo se valora, y también saber qué nos aporta
• Tal vez les sorprendió el corto que nos enseñó que la discapacidad está llena de capacidades (tantas como cocodrilos caben en un mes)
• O les emocionó el documental que habló de maternidad y paternidad, del inmenso amor de los padres de Andrea hacia su hija, afectada por una enfermedad que la hace diferente.
• ¿Y qué les pareció la solución de Geni? Todos querían lo mejor para ella, pero solo ella sabía lo que, de verdad, quería. Muchas personas de la sala sentimos una placentera satisfacción al comprobar que nada impidió a Geni cumplir sus deseos: ni su grave accidente, ni el traumatismo craneal, ni la cojera, ni la familia, ni el desencanto del pasado, ni el incierto futuro, ni siquiera el amor paternalista de su pareja, que la protegía tanto como para invalidarla.
Tampoco nada impidió a Nayla cumplir su deseo. Ella quería entrar en el equipo de animadoras de su instituto, pero el pañuelo que su religión, su tradición y la de su familia le obligaba a llevar en la cabeza, se lo impedía. Entonces Nayla busca su solución: se rapa la cabeza. Ya no hay pelo, ya no hay pañuelo, ya no hay problemas.
Es admirable la capacidad que las mujeres han desarrollado para superar dificultades, mediante fórmulas alternativas, y conseguir llevar a cabo sus planes, cumplir sus deseos.
• Posiblemente les indignó comprobar una vez más, que hay mujeres que viven continuamente atemorizadas, amenazadas. Que el miedo ha pasado a formar parte de sus vidas. El miedo a ser agredida, a ser violada, a ser asesinada. Habría que preguntarse qué hay detrás de todo esto, dónde está el origen.
• Y, claro está, también estos días se ha hablado de algo que nos afecta muy directamente a la mujeres, el derecho a ser libres y responsables para tener hijos, y libres y responsables para no tenerlos. El derecho a poder decidir, sin peligro, sin condenas, y sin estigmas, la interrupción voluntaria de un embarazo. Nos hacemos eco del grito de miles de mujeres: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
Es imposible hacer referencia a todos los asuntos, a todos los personajes que hemos conocido en esta edición de la Muestra, pero no quiero dejar de nombrar a las mujeres que, de forma inteligente, activa y valiente, ayudaron a cambiar la historia de este país. Ahora hablo, y con ellas me despido, de las Maestras de la República.
Porque probablemente, detrás de muchas de las cuestiones que hemos nombrado está la Educación. La Educación como ellas la estudiaron, la entendieron y la practicaron: despertar el deseo de aprender; educar para la paz y la convivencia; enseñar, por qué no, el arte de perder el tiempo; buscar la felicidad en las aulas.
Educar, entonces, con ilusión, con emoción, con ánimo intenso, con ALMA… era la palabra con la que Cossío, el pedagogo de la Institución Libre de Enseñanza, alentaba a su alumna, la maestra oscense María Sánchez Arbós, cuando adivinaba que a esta le flaqueaban las fuerzas.
Pues con ese espíritu querríamos despedir la XIV Muestra de Cine realizado por Mujeres, el espíritu del conocimiento y de la emoción, maravillosa receta para transformar el mundo, cuyo secreto radica en que cada una de nosotras, cada uno de nosotros, modifiquemos, aunque sea levemente, nuestro entorno. Nosotras, esperamos seguir haciéndolo, como siempre, a través del cine.
Gracias a las directoras y expertas que nos han acompañado, porque hemos podido conocerlas, nos han explicado su trabajo, y han enriquecido los debates y coloquios.
Gracias al Grupo de Mujeres del Sobrarbe, a la Coordinadora de Asociaciones de Mujeres de Monegros, compañeras en otros territorios próximos de esta tarea de visibilizar a las mujeres realizadoras.
A las entidades que han patrocinado esta Muestra:
– Ayuntamiento de Huesca
– Fundación “Anselmo Pié Sopena”
– Diputación Provincial de Huesca, e
– Instituto de Estudios Altoaragoneses
Gracias también a las entidades que han colaborado:
– Comarca Hoya de Huesca / Plana de Uesca
– Instituto Francés de Zaragoza
– CADIS (Coordinadora de Asociaciones de Personas con Discapacidad de Huesca)
– Vicerrectorado para el Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza
– ALOUDA (Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui del Altoaragón)
– Amnistía Internacional
– Un día de cine
– La Carbonería, espacio de arte
– A las bibliotecas municipales Antonio Durán Gudiol y Ramón J. Sender , que se esfuerzan cada año en adquirir y difundir películas realizadas por mujeres
– A la ludoteca Cascabillo que se pone a la disposición de madres y padres ofreciendo el servicio de guardería facilitando que puedan asistir al cine en horario de tarde.
– A los medios de comunicación que dedican un gran esfuerzo y se alían con la organización de esta Muestra en visibilizar y difundir el cine realizado por mujeres que acontece en nuestra ciudad
– A los centros educativos de infantil y primaria de la ciudad
Trabajar en colaboración es una experiencia muy enriquecedora que nos beneficia mutuamente.
También a Raquel, Peski, Macu, Beatriz, Mª Angel, Eleni, Pilar… gracias por vuestra generosidad.
Al personal de la Diputación Provincial de Huesca (Juan, Luis, Santi y Víctor), del Círculo Oscense (Ángel y José Mª) y de este Teatro Olimpia que por su historia y su cálida acogida siempre al público, nos ha albergado en los últimos días: Ramón, Mª Angeles, Rubén. Y muy especialmente, gracias a Javier Fillat (Fiti).
Saben que sin estas personas e instituciones esto no es posible. Sin ustedes, tampoco.
Nos vemos dentro de un año, con más cine dirigido por mujeres. Hasta entonces, sean felices.